Practicar la meditación es muy sencillo. Buscar un lugar tranquilo, templado, donde no nos molesten. En general, es mejor sentarse adoptando una posición en que nos sintamos cómodos. Resulta conveniente cruzar las piernas, directamente sobre el suelo o sobre un cojín firme, de entre 10 y 20 cm de grosor. O quizá prefiramos sentarnos en una silla, con respaldo recto, con las manos descansando suavemente sobre las rodillas y los pies fijos en el suelo. En general no es buena idea meditar acostado, porque puede inducirnos al sueño.
Ejercicio básico de meditación:
Hay muchas maneras diferentes de meditar. Probar primero esta técnica básica que sienta bien a muchas personas. Si no nos gusta, debemos considerar otras variantes que luego comentaremos.
La técnica básica:
· Sentarnos derecho, cómodamente, de modo que estemos atentos pero no tensos.
· Mantener la espalda recta, alineada con la cabeza y el cuello, y relajemos el cuerpo.
· Respirar uniforme y profundamente. Concentrarnos en la respiración mientras aspiramos y espiramos; sentir cómo sube y baja el abdomen. Centrar toda la atención en cómo respiramos.
· Si nos descentramos, volvemos a pensar en la respiración tranquilamente y en cómo sube y baja el estómago.
· Para aumentar la concentración normalmente debemos mantener los ojos cerrados.
· Mucha gente encuentra útil repetir una palabra o sonido especial, como ohm; también el vocablo hebreo Shalom (significa “paz”), o algún otro sonido o frase con un significado especial.
· Continuar durante 20 minutos aproximadamente.
· Recuperar paulatinamente la conciencia normal. No debemos levantarnos con brusquedad. Percatarnos del medio ambiente, estirarnos con suavidad. Levantarnos y movernos, despacio al principio.
Las variantes que mencionábamos anteriormente son:
· Meditar contando: sentarnos cómodamente, contar en silencio despacio del 1 al 10, prestar atención a cada número. Si sentimos que nos distraemos (lo que puede ser inevitable), sencillamente volvemos al número uno y empezamos de nuevo.
· Meditar con luz. Sentarnos enfrente de una vela encendida. Fijar la vista sobre la llama y centrar la atención en ese punto.
· Visualización/imágenes. Una técnica de relajación vinculada a la meditación, la visualización o terapia de sugestión, puede ayudarnos a concentrarnos en imágenes positivas para superar las emociones negativas y combatir el estrés. Sentarnos o acostarnos relajado, y centrarnos en la forma de respirar, como en el ejercicio básico de meditación. Luego evocar en nuestra mente una escena feliz, visualizándonos en ella, mantener un ritmo respiratorio uniforme, e imaginar todos los detalles que podamos de esta tranquila escena.
En ocasiones, la meditación produce efectos negativos. Por ejemplo, el acto de sosegar la mente a veces puede hacer resurgir antiguos recuerdos reprimidos. Si estamos viendo a un terapeuta, quizá se conveniente que se le comentemos antes de empezar a meditar. Si experimentamos situaciones inquietantes o aterradoras a causa de la meditación, debemos consultar a un especialista como puede ser el psicoterapeuta.
PUNTO REFLEJO DE DIGITOPUNTURA PARA ALIVIAR EL DOLOR FACIAL
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