
¿QUÉ SON LOS LIPOTRÓPICOS?
La metionina, la colina, el inositol y la betaína son lipotrópicos. Lo que significa que su función principal es prevenir la acumulación anormal o excesiva de grasa en el hígado.
Los lipotrópicos también aumentan la producción de lecitina en el hígado, lo cual mantiene más soluble el colesterol, desintoxica el hígado y aumenta la resistencia a las enfermedades al ayudar a la glándula timo a desempeñar sus funciones.
¿QUIÉN LOS NECESITA Y POR QUÉ?
Todos necesitamos lipotrópicos, algunos de nosotros más que otros. Todo el que lleve una dieta alta en proteínas cae dentro de esta última categoría. La metionina y la colina son necesarias para desintoxicarnos de las aminas, las cuales son los subproductos del metabolismo de las proteínas.
Por el hecho de que casi todos nosotros consumimos demasiada grasa, y una buena parte de esta grasa es saturada, los lipotrópicos son indispensables. Al ayudar al hígado a producir la lecitina, ayudan a que el colesterol no forme peligrosos depósitos en los vasos sanguíneos, disminuyendo la probabilidad de ataques cardíacos, arteriosclerosis y formación de piedras biliares.
Necesitamos también los lipotrópicos para conservar nuestra salud, puesto que éstos ayudan a la glándula timo a estimular la producción de anticuerpos, fomentando el crecimiento y acción de los fagotitos (los cuales rodean y tragan los virus y microbios invasores), y destruyen tejidos extraños y anormales.
LA HISTORIA DEL COLESTEROL
Como todo lo demás, las grasas tienen un lado bueno y uno malo. Un error generalizado es creer que todas ellas son malas para la salud. Esta idea es tan común como errada. Y de todas las grasas, el colesterol es la más difamada.
Prácticamente todo el mundo sabe que el colesterol puede ser responsable de la arteriosclerosis, ataques cardíacos y una variedad de enfermedades, pero muy pocos conocen que el colesterol es también esencial para la salud.
Al menos dos tercios del colesterol de nuestro cuerpo son producidos por el hígado y el intestino. Se encuentra allí lo mismo que en el cerebro, las glándulas adrenales y la membrana mieloidea de las fibras nerviosas. Y cuando es bueno, es muy, muy bueno.
FUENTE: “Todo sobre las Vitaminas” del Dr. Earl Mindell
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