Los cocimientos o decocciones son procesos en los cuales se hierven un determinado tiempo las partes de las plantas medicinales a tratar.
El cocimiento o decocción suele utilizarse con plantas que no pierden su eficacia por el exceso de calor, la cual cosa posibilita la completa extracción de todos los principios activos de las plantas.
Por lo general se trata de raíces, semillas, cortezas y frutos que en el proceso de infusión no segregan determinados principios activos como los taninos, saponinas y principios amargos.
Las decocciones se suelen emplear en preparados para usos externos, lavativas, baños de asiento, maniluvios, pediluvios, baños de vapor, etc., aunque también se usa este método para preparados para beber de uso interno como puede ser una decocción de cola de caballo, raíz de bardana, raíz de angélica, semillas de anís, etc.
Es importante observar que en las recetas en las que figuran varias plantas no se mezclen partes que necesitan una cocción con partes que tan solo necesitan de infusión.
Una cocción puede durar desde 1 minuto hasta 20 o más según la aplicación a seguir.
Por lo general la forma de realizarla es la siguiente:
Se pone a hervir la cantidad de agua indicada junto con las plantas.
Se pone a fuego lento y tapado el tiempo que se estipule en la receta.
Se remueve.
Se apaga y se deja reposar por lo general unos 5 o 15 minutos.
Se cuela y se guarda en botellas herméticas en la nevera hasta su uso.
No se vuelve e hervir, sólo se calienta ligeramente según el tratamiento a seguir.
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