domingo, 10 de julio de 2011

RADICALES LIBRES















Los radicales libres son átomos, generalmente de oxígeno, altamente reactivos e inestables, que se liberan cuando el alimento es metabolizado en nuestras células para producir energía. También se producen por influencias externas debido al impacto de contaminantes o radiaciones.

Su inestabilidad se debe a que han perdido uno de sus electrones e intentan reponerlo tomándolo de otros átomos. Esto crea una reacción en cadena que ocasiona grandes daños a nuestras células.

Este hecho convierte al oxígeno en un elemento altamente reactivo. Un átomo de oxígeno siempre está a la búsqueda de otro átomo con el cual unirsed o intercambiar electrones. Esto hace que los átomos de oxígeno sean esenciales para la vida.

Pero esta misma característica lo convierte en un elemento altamente tóxico y peligroso. Cuando reaccionan con otros átomos y moléculas el oxígeno se transforma en oxidantes, entre los cuales se encuentran los radicales libres.

¿Cómo nos afectan los radicales libres?

El exceso de radicales libres en el organismo nos afecta de la siguiente forma:

  • Envejecimiento: producido por la acumulación a lo largo de los años de radicales libres. Como consecuencia se verá dificultada la nutrición de la piel, perdiendo firmeza y elasticidad.
  • Problemas en el sistema cardiovascular: se ve favorecida la aparición de arterioesclerosis por el endurecimiento de las paredes arteriales.
  • Problemas en el sistema nervioso: el impulso nervioso se ve disminuido, al igual que los reflejos, la memoria y el aprendizaje, pudiendo llegar a padecer demencia senil.

Dieta y alimentos antioxidantes para combatir los radicales

Los antioxidantes, aportados por la alimentación, más conocidos y que nos ayudarán a combatir los radicales libres son:

  • Beta caroteno (pro-vitamina A): Zanahoria, mango, tomates, melón, melocotón, espinacas...
  • Vitamina E (tocoferol): Frutas y vegetales como el aguacate, boniato, espárragos, espinacas, tomates, brócoli, moras y zanahorias.
  • La vitamina C (ácido ascórbico): Grosellas, pimiento verde, kiwi, limón, fresas, coliflor, coles de Bruselas, naranjas, tomates, nabo y melón.
  • El selenio: Carne, pescado, cereales integrales, nueces y productos lácteos.
  • Existen muchísimos más, y con un poder antioxidante muy superior a los anteriores, como el extracto de semilla de uva, el ácido alfa lipoico, los bioflavonoides, la curcumina y la coenzima Q-10.
  • Los flavonoides son compuestos polifenólicos encontrados en frutas y vegetales. Se encuentran también en el té verde y en el vino.
  • En las frutas que fueron cosechadas hasta su maduración se encuentran gran cantidad de flavonoides, carotenoides, licopenes, zantinas, índoles y luteínas.

¿Podemos tomar algún suplemento?

Podemos tomar suplementos contra los radiales libres como, por ejemplo el antioxidante de la uva, u otras que podemos encontrar en herbolarios y farmacias. Es importante hacerlo siempre bajo supervisión del médico o especialista ya que el exceso de cualquier nutriente puede llegar a ser contraproducente.

Por tanto, es más eficaz tomar alimentos ricos en antioxidantes, que un suplemento concreto. En la Naturaleza, los alimentos integrales tienen una armonía en sí mismos. Los aceites, por ejemplo, tienen su antioxidante incorporado, los cereales, las vitaminas del grupo B necesarias para su metabolización, etc.

Por ese motivo es más beneficioso y completo, tomar los alimentos vegetales tal y como los produce la naturaleza.

Pautas preventivas contra los radicales libres

Debemos evitar: La inhalación de vapores de productos de limpieza; el humo de los coches, tabaco, etc.; la excesiva exposición al sol; los alimentos cocinados con aceites quemados muy procesados, ahumados; las fotocopiadoras e impresoras (deben estar en lugares bien ventilados); la actividad física repentina y extenuante y el estrés.

Debemos procurar: Tomar todos los días verdura (en ensalada, al vapor o salteada, variada y fresca); comer más fruta; utilizar aceite de oliva de primera presión en frío y unas gotas de limón para aliñar la ensalada; no quemar los alimentos y evitar fritos intensos y reutilizar los aceites; tomar té verde; consumir alimentos orgánicos y hacer ejercicio, pero no extenuante.

En resumen, diremos que para combatir los radicales libres tenemos que llevar una vida sana, sin tabaco y una dieta libre de grasas saturadas y ácidos grasos trans. La salud de nuestro cuerpo depende de la salud de nuestras células.






No hay comentarios: