domingo, 2 de mayo de 2010

TÉCNICA DE ALEXANDER














F. Matthias Alexander, que nació en Tasmania en 1869, desarrolló sus teorías tratando de salvar su carrera cuando su voz se vio afectada por tal ronquera que tuvo que cancelar algunos de sus compromisos como actor. Alexander percibió que cuando comenzaba a recitar en público tendía a contraer los músculos de la cabeza y del cuello, que aparentemente nada tenían que ver con la voz; entonces comenzó a experimentar sobre sí mismo. Al principio, la inhibición de la contracción muscular parecía casi imposible de alcanzar. Sin embargo, tras diez años de investigación, teórica y práctica, no sólo había mejorado la voz, su control de la respiración, y su postura, sino que había derivado en una técnica efectiva, no verbal y asequible que ha transformado a muchas personas desde entonces.
La clientela de Alexander creció rápidamente fuera del ámbito teatral, hasta incluir a famosos médicos y científicos. En 1937, diecinueve médicos firmaron una carta publicada en la revista médica británica de mayor prestigio, “The Lancet”, pidiendo a la profesión médica que reconociese que solamente se podían completar los diagnósticos si se tomaba en cuenta la idea de Alexander de que la manera en que los pacientes utilizaban su cuerpo influía en el funcionamiento del mismo.
ELEMENTOS DE LA TERAPIA
Base ideológica. Alexander afirmaba que si nos movemos constantemente de una manera que resulta errónea y nociva, no debemos tratar inmediatamente de adoptar algún tipo de acción correctiva, añadiendo de esta manera mayor daño; por el contrario, debemos hallar una forma de dejar de hacerlo de esa manera nociva.
Base metodológica. El descubrimiento básico de Alexander fue lo que el llamó “mecanismo de control primario”. Cuando la cabeza, el cuello y la columna guardan una relación equilibrada, actúan los llamados “reflejos antigravedad”. Un grupo de la Universidad de Tufts, dirigido por el Profesor Frank Pierce Jones, desarrolló una técnica fotográfica nueva que confirmaba la base física de los postulados de Alexander.
Método. Es fundamental que la técnica dependa de una guía accesible. Alexander pronto se dio cuenta en sus experimentos de lo difícil que resulta para nosotros corregir los malos hábitos postulares, que están tan integrados: están tan firmemente arraigados que la forma más fácil y equilibrada de, por ejemplo, sentarse o estar de pie puede tenerse por errónea cuando por vez primera se nos anima a adoptarla. En una sesión que dura entre 30 y 60 minutos, el profesor del método Alexander utiliza sus manos para guiar al paciente y repetir sencilla tareas como sentarse en una silla y volver a levantarse.
La técnica de Alexander es segura para cualquier persona, siempre y cuando sea aplicada por un experto. Sin embargo, se recomienda que consulte a su médico antes de comenzar el tratamiento.


PUNTO REFLEJO EN DIGITOPUNTURA PARA TRATAR LOS CALAMBRES EN LAS PIERNAS



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