lunes, 25 de julio de 2011

PREVENCIÓN DE LAS ALERGIA


















Son varios los posibles desencadenantes de una crisis alérgica, algunos conocidos y otros no. Por ello, estas son las principales medidas a tener en cuenta, en cuanto al control de los factores ambientales:

· EL ÁCARO DEL POLVO DOMÉSTICO: es el alérgeno más común en las pruebas de alergia. Está prácticamente en todas partes, pero las atmósferas cálidas y húmedas constituyen su hábitat preferido, que por lo general se encuentra en el polvo de las casas, sobre todo en alfombras y cortinas, y en los lugares donde más se acumula el polvo.

· POLEN Y FACTORES CLIMÁTICOS: el verdadero agente causal de esta molesta reacción alérgica es el grano de polen.

- Para los alérgicos el mejor aire acondicionado es el del litoral. Las brisas están libres de granos de polen porque vienen del mar (en el litoral el tiempo de floración es más amplio). En la meseta se pasa del frío invierno al buen tiempo con un escaso margen de acomodación. La floración es muy rápida y por eso la concentración de pólenes en el aire es mucho mayor.

- Esos pelillos voladores, como pelotitas de algodón que vagan por el aire, no son los causantes de esta alergia. Eso es pelillo de algunos árboles y no tiene nada que ver con los microscópicos pólenes.

- Evitar salir al campo en época de floración.

- Las plantas más alérgicas son las gramíneas.

- La lluvia favorece la caída del polen; pulverizar con agua la habitación. Cerrar bien las ventanas y si se viaja en coche en esa época, cerrar las ventanillas.

- Evitar en el campo la ropa de mucho color para evitar en lo posible atraer los insectos.

· ANIMALES: los perros, conejos, caballos y roedores pueden ser fuente de alérgenos, sin embargo, los gatos son los animales que con mayor frecuencia provocan problemas como consecuencia de los alérgenos que se encuentran en el pelo, piel, orina y la saliva.

· CONTAMINACIÓN: el humo de los cigarrillos es, con gran diferencia, la forma de contaminación más común. También son fuertes contaminantes el dióxido de azufre de los humos de las fábricas y los gases de los tubos de escape de los coches.

· EJERCICIO FÍSICO: es un desencadenante de las formas de asma que están relacionadas con el desecamiento y el enfriamiento de las vías aéreas pulmonares.

· ALIMENTOS: tienen que ver con la “intolerancia alimentaria”, de la que hablaremos en un apartado especial.

MEDIDAS ALIMENTARIAS

La importancia del equilibrio ácido-básico está relacionada con la necesidad que tiene nuestro organismo de conseguir los llamados elementos micronutrientes, en cantidad suficiente y en forma asimilable. Estos micronutrientes son: oligoelementos, minerales, aminoácidos esenciales y ácidos grasos poliinsaturados. La carencia de algunos o de todos estos micronutrientes está relacionada con gran número de enfermedades y dolencias. Nuestro actual estilo de vida y particularmente la alimentación se particulariza por un exceso de acidificación.

Esto suele ocurrir por alguna de estas razones:

· Aporte excesivo de ácidos por nuestros alimentos.

· Deficiencia en la neutralización de los ácidos por nuestras carencias en vitaminas y oligoelementos.

· Fatiga.

· Estrés.

· Poca oxigenación de nuestros tejidos por una vida sedentaria.

Listados de alimentos acidificantes.

Estos alimentos no son acidificantes por el hecho de contener ácidos sino porque al ser consumidos producen ácidos.

· Carnes, aves, charcuterías, extractos de carne, pescado.

· Huevos.

· Quesos (los fuertes son más ácidos).

· Productos lácteos ricos en suero: yogur, cuajada, queso blanco, kéfir, etc.

· Cuerpos grasos animales (riñones, hígado, mollejas, etc.).

· Aceites vegetales, sobre todo el de cacahuetes y los aceites refinados.

· Cereales, tanto integrales como no: trigo, avena, etc., y sobre todo el mijo.

· Pan, pasta, copos y alimentos a base de cereales.

· Leguminosas: cacahuete, soja, alubia, haba, etc.

· Azúcar refinado y blanco.

· Dulces: siropes, pastelería, chocolate, bombones, confituras, etc.

· Frutos oleaginosos: nueces, avellanas, etc. (excepto las almendras).

· Café, té, cacao, vino.

· Bebidas industriales azucaradas: limonadas y bebidas a base de cola.

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